El modelo de las 7s de McKinsey
es una herramienta utilizada para analizar y mejorar la efectividad
organizacional en una empresa. Fue desarrollado por Tom Peters y Robert
Waterman de la firma de consultoría McKinsey & Company en la década de
1980.
El modelo se basa en siete
elementos interdependientes que deben estar en equilibrio para que una
organización tenga éxito. Estos elementos se dividen en dos categorías:
«duros» y «blandos».
Los «elementos duros»
hacen referencia a aquellos elementos más concretos, tangibles y fáciles de
medir y cuantificar en la organización, mientras que los «elementos blandos»
hacen referencia a los elementos más abstractos, intangibles y difíciles de
medir.
Los «elementos duros»
incluyen la estrategia, estructura y sistemas, que son más fáciles de definir,
medir y controlar. Por ejemplo, la estrategia de una organización puede ser
expresada en términos de objetivos claros y medibles, y se puede medir el grado
de alineación de la estructura y los sistemas con dichos objetivos.
Los «elementos blandos»
incluyen el estilo, personal, habilidades y valores, que son más difíciles de
medir y controlar. Por ejemplo, es difícil medir la calidad de las habilidades
y actitudes del personal, y no se puede controlar directamente el estilo de
liderazgo y la cultura de la organización.
Sin embargo, aunque estos «elementos
blandos» pueden ser más difíciles de medir, son igualmente importantes
para el éxito de una organización. El estilo de liderazgo, la cultura y los
valores de una organización pueden influir en la motivación y el compromiso de
los empleados, lo que a su vez puede tener un impacto significativo en la
productividad y el rendimiento general de la organización.
Los siete elementos del que
componen el modelo son:
Strategy (Estrategia): La
estrategia es la dirección y el enfoque de la organización a largo plazo. Es
importante que la estrategia sea clara, enfocada y consistente con los
objetivos de la organización.
Structure (Estructura): La
estructura se refiere a la forma en que se organizan las actividades y los
recursos de la organización. Es importante que la estructura sea adecuada para
la estrategia de la organización y que esté diseñada para maximizar la
eficiencia y la eficacia.
Systems (Sistemas): Los
sistemas se refieren a los procesos y procedimientos que se utilizan para
realizar el trabajo en la organización. Es importante que los sistemas sean
coherentes con la estrategia de la organización y que estén diseñados para
maximizar la eficiencia y la eficacia.
Style (Estilo): El estilo
se refiere al estilo de liderazgo y gestión adoptado por la organización. Es
importante que el estilo sea coherente con la estrategia de la organización y
que fomente una cultura de alta calidad y rendimiento.
Staff (Personal): El
personal se refiere a las habilidades, actitudes y capacidades de las personas
que trabajan en la organización. Es importante que la organización tenga el
personal adecuado para cumplir con la estrategia y que se fomente un ambiente
de trabajo positivo y colaborativo.
Skills (Habilidades): Las
habilidades se refieren a las capacidades técnicas y profesionales necesarias
para realizar el trabajo en la organización. Es importante que la organización
tenga las habilidades necesarias para cumplir con la estrategia.
Shared Values (Valores
compartidos): Los valores se refieren a los principios y creencias
fundamentales de la organización. Es importante que los valores sean coherentes
con la estrategia de la organización y que se fomente una cultura ética y
responsable.
El modelo utiliza la metáfora de
una red o sistema interconectado de siete elementos que deben estar en
equilibrio para que una organización tenga éxito. Cada uno de estos elementos
se interactua y afecta a los demás, formando una red compleja de relaciones que
determina la efectividad organizacional. Por lo tanto, para lograr una gestión
empresarial efectiva, es necesario considerar y equilibrar cada uno de los
siete elementos del modelo.
Es importante destacar que el
modelo de las 7s de McKinsey no es un modelo rígido y estandarizado que se
aplica de la misma manera en todas las empresas. Cada organización es única y
debe adaptar el modelo a sus necesidades y circunstancias específicas. El
modelo puede ser utilizado como una herramienta de diagnóstico para identificar
las fortalezas y debilidades de una organización, y para diseñar estrategias de
mejora y crecimiento a largo plazo.
El proceso para aplicar el modelo
de las 7s de McKinsey generalmente involucra los siguientes pasos:
Definir el propósito y el
alcance del análisis: En primer lugar, se debe definir el propósito y el
alcance del análisis, estableciendo claramente qué se quiere lograr y qué áreas
específicas de la organización se van a examinar.
Identificar los siete elementos:
El siguiente paso es identificar y describir los siete elementos del modelo de
las 7s: estrategia, estructura, sistemas, personal, habilidades, estilo y
valores. Es importante analizar cada elemento en detalle y comprender cómo se
relaciona con los demás.
Evaluar cada elemento: Una
vez identificados los siete elementos, se debe evaluar el grado de alineación
de cada uno de ellos con los demás y con los objetivos de la organización. Se
pueden utilizar herramientas como encuestas, entrevistas, revisión de
documentos y datos, para recopilar información relevante sobre cada elemento.
Identificar fortalezas y
debilidades: Una vez que se ha evaluado cada elemento, se debe identificar
las fortalezas y debilidades de la organización en cada uno de ellos. Esto
permitirá identificar las áreas en las que la organización está funcionando
bien y las áreas que requieren mejoras.
Diseñar un plan de acción:
En función de los resultados del análisis, se debe diseñar un plan de acción
para mejorar la efectividad organizacional. Esto puede incluir cambios en la
estrategia, la estructura o los sistemas de la organización, así como la
implementación de programas de capacitación y desarrollo para mejorar las
habilidades y actitudes del personal.
Implementar y monitorear el
plan: Finalmente, se debe implementar el plan de acción y monitorear
regularmente los resultados para asegurarse de que se están logrando los
objetivos deseados y hacer ajustes si es necesario.
Como todo herramienta, el modelo
de las 7s presenta ventajas y desventajas, las cuales relacionamos a
continuación:
Ventajas:
Proporciona una visión
integral de la organización: El modelo de las 7s de McKinsey ofrece una
visión integral de la organización al considerar siete elementos clave que
influyen en su efectividad.
Permite identificar fortalezas
y debilidades: Al evaluar cada uno de los siete elementos del modelo, se pueden
identificar las fortalezas y debilidades de la organización, lo que puede
ayudar a diseñar planes de acción para mejorar su efectividad.
Fomenta el trabajo en equipo:
El modelo de las 7s de McKinsey fomenta el trabajo en equipo al requerir la
colaboración de diferentes áreas de la organización para llevar a cabo el
análisis y la implementación de cambios.
Ayuda a alinear la
organización: El modelo de las 7s de McKinsey ayuda a alinear la
organización al identificar la necesidad de una coherencia interna entre los
diferentes elementos que la componen.
Desventajas:
Puede ser costoso y llevar
tiempo: La implementación del modelo de las 7s de McKinsey puede ser
costosa y llevar tiempo, ya que puede requerir la contratación de consultores
externos y la dedicación de un equipo interno para llevar a cabo el análisis.
No es un modelo definitivo:
El modelo de las 7s de McKinsey no es una fórmula definitiva para la
efectividad organizacional, ya que la efectividad depende de muchos otros
factores que no están contemplados en el modelo.
Requiere una adaptación a cada
organización: El modelo de las 7s de McKinsey requiere una adaptación a las
necesidades específicas de cada organización, lo que puede ser un desafío para
algunos equipos.
No tiene en cuenta factores
externos: El modelo de las 7s de McKinsey no tiene en cuenta factores
externos que pueden influir en la efectividad de la organización, como los
cambios en el mercado o las políticas gubernamentales.
Para finalizar, cabe resaltar que
el modelo es ampliamente utilizado por empresas de todo el mundo para evaluar y
mejorar la efectividad organizacional, entre las cuales vale la pena resaltar General
Electric, McDonald’s, Procter & Gamble y Samsung.
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